CAPÃTULO I
De las aguas
SECCIÓN PRIMERA
Del dominio de las aguas
ArtÃculo 407
Son de dominio público:
1. Los rÃos y sus cauces naturales.
2. Las aguas continuas o discontinuas de manantiales y arroyos que corran por sus cauces naturales, y estos mismos cauces.
3. Las aguas que nazcan continua o discontinuamente en terrenos del mismo dominio público.
4. Los lagos y lagunas formados por la naturaleza en terrenos públicos y sus álveos.
5. Las aguas pluviales que discurran por barrancos o ramblas, cuyo cauce sea también del dominio público.
6. Las aguas subterráneas que existan en terrenos públicos.
7. Las aguas halladas en la zona de trabajos de obras públicas, aunque se ejecuten por concesionario.
8. Las aguas que nazcan continua o discontinuamente en predios de particulares, del Estado, de la provincia o de los pueblos, desde que salgan de dichos predios.
9. Los sobrantes de las fuentes, cloacas y establecimientos públicos.
ArtÃculo 408
Son de dominio privado:
1. Las aguas continuas o discontinuas que nazcan en predios de dominio privado, mientras discurran por ellos.
2. Los lagos y lagunas y sus álveos, formados por la naturaleza en dichos predios.
3. Las aguas subterráneas que se hallen en éstos.
4. Las aguas pluviales que en los mismos caigan, mientras no traspasen sus linderos.
5. Los cauces de aguas corrientes, continuas o discontinuas, formados por aguas pluviales, y los de los arroyos que atraviesen fincas que no sean de dominio público.
En toda acequia o acueducto, el agua, el cauce, los cajeros y las márgenes serán considerados como parte integrante de la heredad o edificio a que vayan destinadas las aguas. Los dueños de los predios, por los cuales o por cuyos linderos pase el acueducto, no podrán alegar dominio sobre él, ni derecho al aprovechamiento de su cauce o márgenes, a no fundarse en tÃtulos de propiedad expresivos del derecho o dominio que reclamen.
SECCIÓN SEGUNDA
Del aprovechamiento de las aguas públicas
ArtÃculo 409
El aprovechamiento de las aguas públicas se adquiere:
1. Por concesión administrativa.
2. Por prescripción de veinte años.
Los lÃmites de los derechos y obligaciones de estos aprovechamientos serán los que resulten, en el primer caso, de los términos de la concesión, y en el segundo, del modo y forma en que se haya usado de las aguas.
ArtÃculo 410
Toda concesión de aprovechamiento de aguas se entiende sin perjuicio de tercero.
ArtÃculo 411
El derecho al aprovechamiento de aguas públicas se extingue por la caducidad de la concesión y por el no uso durante veinte años.
SECCIÓN TERCERA
Del aprovechamiento de las aguas de dominio privado
ArtÃculo 412
El dueño de un predio en que nace un manantial o arroyo, continuo o discontinuo, puede aprovechar sus aguas mientras discurran por él; pero las sobrantes entran en la condición de públicas, y su aprovechamiento se rige por la Ley especial de Aguas.
ArtÃculo 413
El dominio privado de los álveos de aguas pluviales no autoriza para hacer labores u obras que varÃen su curso en perjuicio de tercero, ni tampoco aquellas cuya destrucción, por la fuerza de las avenidas, pueda causarlo.
ArtÃculo 414
Nadie puede penetrar en propiedad privada para buscar aguas o usar de ellas sin licencia de los propietarios.
ArtÃculo 415
El dominio del dueño de un predio sobre las aguas que nacen en él no perjudica los derechos que legÃtimamente hayan podido adquirir a su aprovechamiento los de los predios inferiores.
ArtÃculo 416
Todo dueño de un predio tiene la facultad de construir dentro de su propiedad depósitos para conservar las aguas pluviales, con tal que no cause perjuicio al público ni a tercero.
SECCIÓN CUARTA
De las aguas subterráneas
ArtÃculo 417
Sólo el propietario de un predio u otra persona con su licencia puede investigar en él aguas subterráneas.
La investigación de aguas subterráneas en terrenos de dominio público sólo puede hacerse con licencia administrativa.
ArtÃculo 418
Las aguas alumbradas conforme a la Ley especial de Aguas pertenecen al que las alumbró.
ArtÃculo 419
Si el dueño de aguas alumbradas las dejare abandonadas a su curso natural, serán de dominio público.
SECCIÓN QUINTA
Disposiciones generales
ArtÃculo 420
El dueño de un predio en que existan obras defensivas para contener el agua, o en que por la variación de su curso sea necesario construirlas de nuevo está obligado, a su elección, a hacer los reparos o construcciones necesarias o a tolerar que, sin perjuicio suyo, las hagan los dueños de los predios que experimenten o estén manifiestamente expuestos a experimentar daños.
ArtÃculo 421
Lo dispuesto en el artÃculo anterior es aplicable al caso en que sea necesario desembarazar algún predio de las materias cuya acumulación o caÃda impida el curso de las aguas con daño o peligro de tercero.
ArtÃculo 422
Todos los propietarios que participen del beneficio proveniente de las obras de que tratan los dos artÃculos anteriores, están obligados a contribuir a los gastos de su ejecución en proporción a su interés. Los que por su culpa hubiesen ocasionado el daño serán responsables de los gastos.
ArtÃculo 423
La propiedad y uso de las aguas pertenecientes a corporaciones o particulares están sujetos a la Ley de Expropiación por causa de utilidad pública.
ArtÃculo 424
Las disposiciones de este tÃtulo no perjudican los derechos adquiridos con anterioridad, ni tampoco al dominio privado que tienen los propietarios de aguas, de acequias, fuentes o manantiales, en virtud del cual las aprovechan, venden o permutan como propiedad particular.
ArtÃculo 425
En todo lo que no esté expresamente prevenido por las disposiciones de este capÃtulo se estará a lo mandado por la Ley especial de Aguas.
CAPÃTULO II
De los minerales
ArtÃculo 426
Todo español o extranjero podrá hacer libremente en terreno de dominio público calicatas o excavaciones que no excedan de diez metros de extensión en longitud o profundidad con objeto de descubrir minerales; pero deberá dar aviso previamente a la Autoridad local. En terrenos de propiedad privada no se podrán abrir calicatas sin que preceda permiso del dueño o del que le represente.
ArtÃculo 427
Los lÃmites del derecho mencionado en el artÃculo anterior, las formalidades previas y condiciones para su ejercicio, la designación de las materias que deben considerarse como minerales, y la determinación de los derechos que corresponden al dueño del suelo y a los descubridores de los minerales en el caso de concesión, se regirán por la Ley especial de MinerÃa.
CAPÃTULO III
De la propiedad intelectual
ArtÃculo 428
El autor de una obra literaria, cientÃfica o artÃstica, tiene el derecho de explotarla y disponer de ella a su voluntad.
ArtÃculo 429
La ley sobre propiedad intelectual determina las personas a quienes pertenece ese derecho, la forma de su ejercicio y el tiempo de su duración. En casos no previstos ni resueltos por dicha ley especial se aplicarán las reglas generales establecidas en este Código sobre la propiedad.